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09 Feb Málaga

El triunfo de la fe (2-1)

 

El Málaga, a lomos de un espectacular Antoñín, remonta ante el Numancia con un gol de Adrián en el último suspiro y regatea su caída a los puestos de descenso

 

José Criado
Fotos: LaLiga

Cuando ya no te queda nada a lo que agarrarte, cuando el fútbol te ha dado la espalda y has sacado tarjeta de embarque para el abismo, el corazón comienza a bombear pasión a borbotones. Sólo así se puede cimentar el partido del Málaga ante el Numancia, esa reacción ante la adversidad, también el rechazo a una mala puesta en escena inicial, o la fe en la remontada. Con un final de infarto, el Málaga desarboló al conjunto soriano para darle la vuelta al calcetín gracias a un gol de Adrián en el 90'. No es un accidente, es el estilo de vida del Málaga CF, que hoy se marcha a la cama feliz con un triunfo importantísimo.

A lomos de un espectacular Antoñín y jugando con ese corazón pasional en una mano y con la cabeza en otra, el Málaga emergió de su infierno. Era un día para no fallar, para ganar por lo civil o lo criminal. Y más si cabe tras los resultados que se fueron desarrollando en la jornada. Por eso es casi inexplicable que el Málaga saltase al campo tan frío, tan inerte y tan decepcionante. Se llevó un guantazo. Pero supo levantarse y caminar para acabar llevándose los tres puntos.

Cuando cosechas tan pocas victorias como el Málaga casi podemos decir que no se miden por su cantidad si no por su calidad. Y ante el Numancia el Málaga sacó esa casta y ese coraje que tanto se añoró en otras ocasiones. Salió la pasión y la rebeldía. Salió esa gasolina que te hace correr un punto más, que te hace creer hasta el final.

El miedo al abismo, mal administrado, te atenaza y te cohibe. Bien llevado, es un plus. Corrieron los malaguista como si no hubiera un mañana en la segunda parte. Y pasaron por encima del Numancia, aspirante al play off, en una reacción que marca el camino para el futuro. El gol de Adrián, en el 90', lo marcó el madrileño pero lo empujó toda Málaga. Un tanto de pasión, del fútbol y de recompensa a todo lo sufrido. Es un gol liberador. Un destensador terapéutico.

El calado de este triunfo lo veremos en el futuro. De momento ha evitado un incendio mayor y ha evitado caer de nuevo a zona de descenso. Además, ha conseguido unir un poquito más esa sinergia blanquiazul que busca la salvación. Porque la realidad es que al barco malaguista sólo le falta que una grieta salte por los aires para que el navío se vaya a pique. Podría haber llegado desde la Liga a modo de sanción, la propia afición podría haberle dado la espalda al club, pero lo que no podía fallar eran los jugadores. Y eso es lo que falló de partida.

El conjunto blanquiazul fue su peor enemigo de salida. Desidia, falta de intensidad y hasta falta de implicación. No hacía falta que el malagueño Escassi marcase el primer tanto de la noche con un cabezazo tan imperial como libre de marca porque se veía venir. El conjunto soriano, más intenso, más atento y más centrado dejó libres las inocuas alas malaguistas. Cerró a Sadiku y dejó pensar demasiado a Juanpi y Adrián. Apretó arriba y colgó balones a la débil zaga malaguista. Ya está. Con eso metieron al conjunto de Pellicer atrás y cabecearon a la red un gol merecido en el 17'.

El golpe no espoleo al Málaga hasta minutos después. Pasada la media hora comenzó a tener amor propio el equipo malaguista. Hicham comenzó a tomarle el pulso a la banda, al igual que Antoñín a la suya. Con ese despliegue en las alas, el Málaga comenzó a volar. Sadiku falló un cabezazo de los que ya está acostumbrado a fallar al menos una (31'). Y en otra internada del palmillero, Juanpi no llegó por centímetros a rematar cuando estaba delante de Dani Barrio (41'). Para entonces el Málaga había encerrado al Numancia. Vamos, lo que tenía que haber hecho desde el primer minuto.

Dos minutos después, un saque de banda casi provoca un autogol soriano. Y entre medias, algunas jugadas grises donde Sadiku y Juanpi pudieron ser objeto de penalti. Al descanso se llegó con la sensación de que había tela por cortar, pero que también hacía falta un buen sastre en las filas malaguistas.

El Málaga siguió enchufado en la reanudación. Olió sangre y puso en práctica el mismo plan que al final de la primera parte: transiciones rápidas y balones a las bandas. Avisó primero el Numancia, con una falta lejana de Aguado que envió a la cruceta (47'). Pero la reacción llegó desde los once metros, con un penalti a Juankar tras un delicioso pase de Antoñín a la espalda de la zaga. Sadiku no perdonó (58').

Pellicer comenzó a mover el árbol. Hizo debutar a Tete Morente (63') por Hicham, que daba ya muestras de cansancio. También entró Pacheco. Pero la balanza caía del lado de Antoñín. El palmillero se echó el equipo a la espalda y canalizó todo el juego ofensivo. Y qué manera de jugar.

Un centro chut suyo provocó el disparo a bocajarro de Tete Morente que sacó Barrio bajo palos 76'. Era el pistoletazo de salida del acoso y derribo que estaba por venir de ahí al final. Un cabezazo alto de Muñoz en una falta lateral, un tiro de Antoñín que se fue rozando la escuadra, un remate con el hombro de Sadiku que se fue centrado, otro remate del albanés a las nubes en otro centro largo o un disparo escorado de Juankar casi sin ángulo pero con veneno.

Todo hacía indicar que no era el día, que otra vez el Málaga iba a merecer ese triunfo pero que se iba a quedar con la miel en los labios. 'Mejoría insuficiente' podría haber sido el titular de esa crónica. Sin embargo, Adrián entró en acción para cambiarlo por 'El triunfo de la fe'. Un gol con suspense porque vino rebotado de un rival. Pero un gol que lo cambia todo. Un gol que devuelve la ilusión. Sigamos.

 

FICHA TÉCNICA:

+ MÁLAGA CF: Munir; Ismael, Luis Hernández, Lombán, Juankar; Luis Muñoz, Adrián, Juanpi (Pacheco, 69'); Hicham (Tete Morente, 63'), Antoñín y Sadiku.

+ CD NUMANCIA: Dani Barrio; Calero (Mateu, 69'), Derik, Escassi, Héctor Hernández; Erik Morán, Gus Ledes; Aguado, Noguera (Moha, 46'), Sola; e Higinio (Néstor, 81').

+ GOLES: 0-1 (17'): Escassi. 1-1 (55'): Sadiku, de penalti.

+ ÁRBITRO: Víctor Areces Franco (Colegio asturiano). Mostró cartulina amarilla a Juankar (28'), Noguera (33'), Luis Hernández (46'), Luis Muñoz (56'), Calero (62'), Higinio (75'), Héctor Hernández (79'),

+ INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 27 de la Liga SmartBank. La Rosaleda, ante 13.089 espectadores. Antes de comenzar el partido la afición malaguista participó en una vigilia de protesta contra Al-Thani y su gestión.

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