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26 Ene Málaga

Otro tiro en el pie

 

El Málaga regala un empate al Mirandés (2-2) tras un fallo garrafal de Munir y un penalti absurdo de Juankar

 

José Criado
Fotos: LaLiga

Es difícil ser más cainita que el propio Málaga CF. Es complicado no pensar que este equipo pone en marcha el manual de autodestrucción cada cierto tiempo. Para los blanquiazules no es atípico apretar ese botón rojo que está tapado con una caja amarilla con la palabra “danger”. Y en esta matinal del domingo, cuando todo iba sobre ruedas, “boom”. Todo saltó por los aires para dejar escapar un partido que apuntaba a plácido y unos puntos que eran oro. Un empate a dos que deja, otra vez, al malaguismo con la cara partida.

Munir, con la jugada más tonta jamás contada para un portero, regaló el primer empate. Juankar, con penalti tan absurdo como surrealista, hizo lo propio con el segundo. Antes, Adrián había adelantado a los de Pellicer en la primera pena máxima de la jornada. Sadiku, de magnífica volea, había hecho olvidar el error garrafal del portero malaguista. Todo quedó en agua de borrajas. Y gracias que acabó empate, porque la tarde pudo ser más trágica.

Es el Málaga el típico equipo inestable y frágil. No importa que juegues en casa contra el Mirandés. No tiene trascendencia que vengas con una racha inmaculada de ocho partidos sin perder. El Málaga se supera a sí mismo. Y en una demostración de harakiri, decidió tirar por la borda el buen hacer con dos acciones aisladas y condenatorias.

Viene el Málaga contando con algunos buenos mimbres, con buena predisposición y hasta mostrando síntomas de mejoría, de equipo que puede aspirar a algo más que pelear por la permanencia. Pero los errores puntuales condenan a cualquiera. Pese al buen hacer blanquiazul contra el conjunto rojillo, las acciones de Munir y Juankar lastraron al resto. Y al final, los puntos son los que mandan.

Salió el equipo de Pellicer de nuevo con buenos propósitos. Atento atrás, buen manejo del partido y con presencia en el ataque. Sin embargo, en los últimos metros se apagaba una y otra vez la luz. Cifu estuvo providencial en el inicio para cortar una acción prometedora (5'). No fue hasta el 25' hasta que de nuevo Cifu hizo una buena internada y Sadiku no acertó a rematar a portería. De nuevo el albanés, con otra internada ahora de Hicham y tras pase de la muerte, la mandaba fuera (31'). Muy activo el extremo marroquí.

Todo hasta que Luis Muñoz se vistió de extremo para poner un balón en el centro del área y provocar un penalti. La pena máxima la lanzó Adrián y no falló (35'). Justicia en el marcador, al fin.

Al descanso, la renta era mínima pero parecía suficiente. Pero todo saltó por los aires poco después. En la reanudación el partido siguió por los mismo derroteros pero no entraba en los planes el suicidio público. Primero fue Munir, que incomprensiblemente jugó al escondite con el rival y acabó con las vergüenzas al aire. Marcos de Sousa tuvo fe y le robó el balón a Munir dejando al marroquí y a todo el malaguismo con la cara de tontos (54').

Partido nuevo, plebiscito público a Munir y el Málaga recuperando fantasmas del pasado. Quedaba todo un mundo para ponerse de nuevo por delante o para tirar todo por la borda. Pero el conjunto malaguista dio un paso al frente. En otra internada de Hicham, esta vez sí encontró a Sadiku. El albanés, todo corazón, remató de volea con el alma para poner el 2-1 (65').

Quedaba un mundo como para mantener la renta y este equipo, en los últimos tiempos, le gusta las emociones fuertes. Y esta vez, el error corrió a cargo de Juankar. El lateral, que no atraviesa su mejor racha, despejó mal un balón y después, para corregir su error, hizo una entrada de juvenil a su par. Penalti. Martín Merquelanz no falló (79').

Era el colmo de la locura. Sin comerlo ni beberlo, el Mirandés había conseguido dos goles e igualar la contienda. Restaban algo más de diez minutos para convertir un empate en un desastre mayor. Porque a raíz del gol, el Málaga siguió autodestruyéndose. Y a punto estuvo de encajar el tercero. Más por demérito del Mirandés que por acierto blanquiazul.

Una oportunidad perdida de dar un salto de calidad en la clasificación, de olvidar algunos fantasmas y de presentar candidatura a algo. El empate, que deja al Málaga con nueve partidos seguidos sin perder, esconde que este equipo frágil. Toca seguir remando.

 

FICHA TÉCNICA:

+ MÁLAGA CF: Munir; Cifu, Luis Hernández, Diego González, Juankar; Luis Muñoz (Julio, 81'), Adrián, Juanpi; Renato (Antoñín, 58'), Hicham (Pacheco, 75'), y Sadiku

+ MIRANDÉS: Limones; Carlos Julio (Gonzalo, 50'), Sergio, Odei, Álvaro Rey, Merquelanz, Joaquín (Mario Barco, 66'), Marcos (Álvaro Peña, 85'), Guridi, Franquesa y Antonio.

+ GOLES: 1-0 (34'): Adrián, de penalti. 1-1 (54'): Marcos de Sousa. 2-1 (65'): Sadiku. 2-2 (79'): Merquelanz, de penalti.

+ ÁRBITRO: Santiago Varón Aceitón (Colegio balear). Mostró cartulina amarilla a Franquesa (6'), Carlos Julio (33'), Hicham (38'), Diego González (89').

+ INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 25 de la Liga SmartBank. La Rosaleda, ante 15.500 espectadores.

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