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24 Nov Málaga

Rescate en el caos


El Málaga empata ante el Elche (3-3) tras marcar dos goles en los últimos minutos en un partido loco que tenía prácticamente perdido

 

José Criado
Fotos: LaLiga
 

El Málaga está medio vivo pese a que se empeñan en matarlo. Agoniza y se levanta, seguramente porque sus actores principales no quieren dejarlo morir. Pero vaya por delante que ese no es el camino. Y que a la larga saldrá más cruz que cara. Por eso, que el subidón del empate no esconda que el Málaga volvió a sangrar ante el Elche al igual que la reconciliación con el gol no evite que las costuras se sigan viendo. Porque un empate para este Málaga es insuficiente, pero hay momentos que pueden cambiar una temporada y el equipo de Víctor se tiene que agarrar a este arrebato de locura, a esa batalla contra la adversidad para encontrar su punto de inflexión.

En el debe malaguista siguen estando las carencias previas al rescate: nerviosismo, falta de calidad, debilidad defensiva o imprecisiones. El equipo sobrevivió en la locura, que puede parecer bastante a día de hoy. Pero a efectos prácticos es más de lo mismo con el equipo en descenso. Es necesario algo más. Quizás, lo más positivo sea quedarse con esos últimos quince minutos de derroche blanquiazul con dos goles, presión, recuperación, ataque a borbotones y el equipo desatado. Eso sería lo ideal, buenos cimientos en los que construir el optimismo para salir del descenso.

Pero también hay que recordar que tras 17 jornadas, el Málaga sólo ha ganado tres partidos. Algunos se escudan en el mercado invernal, otros en que la temporada es muy larga y que queda mucho, o incluso hasta buscan excusas en las limitaciones del reglamento para contar con más efectivos. La realidad es que el Málaga, en el tramo amable del calendario, no está sacando la renta que debería. Y con un empate, por mucha épica y heroicidad que maquille la jornada, no podrá revertir la situación.

Es indudable que hay que ponderar la capacidad de reacción malaguista. Esa rebeldía, esa mala leche que faltó en Alcorcón y ese coraje que tanto cuesta arraigar desde el minuto uno. El Málaga tiró de otro fútbol para rescatar un resultado vergonzante y eso es aplaudible. Pero es criticable llegar a esa situación límite. La falta de intensidad en cada ataque del Elche, las imprecisiones en cada acción ofensiva malaguista o el disloque mental para encajar dos goles en cinco minutos. Hasta que no mejore su concentración, el Málaga será vulgar.

Y eso que el equipo saltó al césped de La Rosaleda enchufado, con esa 'marchita' más y aparentemente dispuesto a demostrar que su situación es un error planetario, que los astros se han alineado para tenerlo en puestos de descenso. Pero ese exceso de revoluciones también se tradujo en precipitación, crispación y tensión en las piernas. Por eso el Elche marcó el primero, de penalti, y volvió a marcar el segundo de la tarde en menos de cinco minutos.

De salida, Juankar fue el puñal en el que se apoyó el conjunto blanquiazul para hacer daño al equipo ilicitano. Un balón largo de Munir, mala salida de Badia y el extremo malaguista que dispara escorado. No fue hasta el minuto 21 hasta que de nuevo el 'Galgo de Boadilla' volvía aprovechar su velocidad con un internada hasta la cocina, pase de la muerte pero sin remate. Casi en la siguiente jugada Mikel cometió un error garrafal de cálculo y Josan le ganaba la espalda. Munir sólo pudo pararlo con penalti y Fidel fue el ejecutor del primer gol.

Fueron, entonces, los mejores minutos del Elche, al que no habría sido extraño incorporarle entonces el apelativo de 'Bayern' o 'Manchester' delante. Los de Pacheta estaban en todas, tocaban con criterio, sacaban el balón jugado y finalizaban todas las jugadas. Todo ello, además, con la complicidad del colegiado, que no sabía muy bien dónde estaba ni tenía claro el criterio que acometer. El segundo gol verdiblanco no tardó en llegar. De nuevo por la banda de Mikel, una internada con balón al centro del área y que acaba rematando Josan al fondo de la red tras recoger un rechazo (28').

El meneo estaba siendo antológico ante un Málaga incapaz y desubicado. Jugadores lejísimos de su mejor nivel, atenazados y nerviosos. El conjunto de Víctor estaba tocando fondo sin remedio ni pócima mágica. Sólo un ataque de corazón y de orgullo podía revertir dicha situación. Y llegó en el gol de Pacheco (39'), en una jugada con varias carambolas que acabó con un gran disparo del pizarreño al fondo de la red. Comenzaba un partido nuevo para la segunda parte.

De hecho, el partido se reanudó con el Málaga aún con el ritmo del primer asalto. Y fruto de ello llegaron dos claras ocasiones. Primero Juanpi, con tiro cruzado tras pase de la muerte (46') y luego Sadiku, con un paradón de Badia en una volea dentro del área (50'). El meta ilicitano comenzaba a erigirse como héroe del partido. Algo que viene siendo habitual en los últimos partidos en los rivales malaguistas.

Pero nada más lejos de la realidad. El Málaga volvió a ser frágil e inconsistente atrás. Y en una llegada más del Elche subió el tercero al marcador. No hizo falta que fuera una acción magistralmente ejecutada. Sólo con llevar a cabo el abecé del fútbol se supera a este equipo. Centro desde la banda -otra vez la de Mikel- y remate plácido de Villar con la testa para poner el tercero (64').

Parecía la sentencia, pero el Málaga no estaba dispuesto a dejarse morir. De nuevo tiró de casta y de corazón. Y también de calidad, porque por mucho que se apele a la garra y la testosterona, si no hay donde sacar un regate, un centro un remate, no habrá gol. Juankar comenzó a emerger por la izquierda y se inventó un penalti. Sadiku lo transformó (78'). Había tiempo.

Y tanto que lo había. Tres minutos después Antoñín remataba con el alma un centro de Mikel desde la izquierda (81'). El empate ya estaba en el marcador y cualquier cosa era posible. El Málaga, entonces sí, se lo creyó. Dominó cada uno de los minutos restantes e intentó superar la meta de Badia de todas las formas posibles. Con disparos lejanos de Pacheco y Luis Muñoz o con tiro cruzado del pizarreño. Encerró al Elche, que venía de perder tiempo desde la primera mitad, y agotó sus últimas opciones, aunque sin éxito.

El Málaga rescató un punto pero volaron otros dos. El subidón del empate no puede esconder que el conjunto blanquiazul ha vuelto a pinchar, en casa y ante un rival asequible. El Málaga no sale de pobre el día que se reconcilió con el gol.

 

FICHA TÉCNICA:

+ MÁLAGA CF: Munir; Cifu, Luis Hernández, Luis Muñoz, Mikel Villanueva; Juanpi (Renato, 68'), Keidi Bare, Pacheco, Juankar; Antoñín y Sadiku.

+ ELCHE CF: Edgar Badía; Oscar, Gonzalo Verdú, Dani Calvo, Juan Cruz; Josan (Pere Milla, 68'), Manuel S., Villar, Fidel (I. Sánchez, 52'); Nino y Medina (Qasmi, 80').

+ GOLES: 0-1 (23'): Fidel, de penalti. 0-2 (28'): Josan. 1-2 (39'): Pacheco. 1-3 (64'): Villar. 2-3 (79'): Sadiku, de penalti. 3-3 (81'): Antoñín.

+ ÁRBITRO: Álvaro Moreno Aragón (Colegio madrileño). Mostró cartulina amarilla a Pacheco (12'), Luis Muñoz (17'), Munir (21'), Villar (26'), Juan Cruz (41'), Luis Hernández (57'), Medina (62'), Manuel S. (65'), Óscar (74'), Pere Milla (82'),

+ INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 17 de la SmartBank. La Rosaleda, ante 13.691 espectadores.

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