06 Oct Málaga
El Málaga arroja la toalla
El conjunto blanquiazul cae sin oposición por 2-0 con un meneo serio en Huesca y mantiene su condición de equipo en puestos de descenso a Segunda B
José Criado
Fotos: LaLiga
Puede que con todo lo que ha pasado este verano en Martiricos y sus alrededores el malaguismo haya perdido la perspectiva, que lo que antes era regular ahora sea bueno o que lo que entonces era malo ahora tenga un pase. No. El Málaga es el Málaga y será el Málaga por mucha pedrada catarí que tenga encima, por muy rosa fucsia que se vista e incluso aunque juegue con cinco juveniles de inicio. Este escudo no puede ni debe arrastrase bajo ningún concepto ni ante ningún rival ni escenario. Y lo mostrado en El Alcoraz no es más que una nueva demostración de la decadencia en la que está cayendo el conjunto blanquiazul, que comenzó en los despachos este verano y ya ha llegado al césped. Una derrota sin paliativos y hasta sonrojante por cómo se desarrolló. Y mientras, el Málaga en puestos de descenso, que es sinónimo de la misma ruina que se atisba en la parcela económica.
No debe haber paños calientes en estos momentos porque el Málaga está en puestos de descenso a Segunda B. O lo que es lo mismo, está en el camino de dejar un club profesional, con todo lo que ello conlleva para una entidad como la malaguista y una ciudad como la capital de la Costa del Sol. Las luces de alarma ya no parpadean; forman parte del ecosistema malaguista. Y no puede ya, después de diez jornadas de competición, desviar nadie la atención a los despachos ni excusarse en la escasez de mimbres para competir. Hay lo que hay. Y con eso debe ser suficiente como para no estar donde está ahora el Málaga.
Por eso no se entiende que apenas 72 horas después de dar la cara y competir de maravilla en La Romareda, el Málaga ofrezca una de las peores imágenes del curso en tierras altoaragonesas. Fue un equipo desconcertante, superado y sin fe. Víctor planteó un partido victimista. Y es que el Málaga, con lo que tiene encima, no está para rotaciones, como las cuatro que salieron de inicio. Tampoco para que el VAR le siga mangando otra jornada más. O para que Adrián cometa una expulsión de pardillo. Este Málaga cualquier problema lo magnifica. Pero si compite con una mano atada a la espalda es más propenso a la autodestrucción.
Caer en El Alcoraz puede entrar dentro de las quinielas viendo el arranque de unos y otros, pero la sensación de derrotismo y de dejadez malaguista es francamente de desamparo total. Estos chicos, estos jugadores, son el último reducto blanquiazul para sobrevivir a un año caótico. Y si ellos fallecen o si levantan la bandera blanca, ya no hay nada más ante el abismo.
Por eso no se explica los primeros 45 minutos malaguistas. La puesta en escena no pudo ser más sonrojante. Al Málaga le pasaban como aviones los rivales azulgranas. Y en 20 minutos, las ocasiones a favor de los aragoneses eran tantas como en un partido entero. En el 8' el árbitro anulaba un gol de Pulido, corroborado por el VAR. Pero en el 14', de nuevo con Pulido como actor principal, el tanto si subía al marcador tras rematar un centro de Mikel Rico en el segundo palo.
El Málaga ya iba por debajo en el marcador sin haber puesto demasiada oposición. El bombardeo seguía y Ferreiro mandaba alto otra por poco (18'). Y poco después, en el 23', Okazaki también celebraba un no gol -sí, lo celebraba y con efusividad-, por fuera de juego en una acción previa. Y a todo ello hay que unir la mala baba con la que están arbitrando últimamente al Málaga. Si el otro día en Zaragoza el VAR le tangó un gol legal al conjunto blanquiazul, en esta noche fría oscense no quiso revisar ni señalar como penalti una acción sobre Boulahroud, que fue objeto de derribo justo cuando golpeó a portería (38').
Esa acción y la consecución del 2-0 sólo dos minutos después fueron las dos paladas de arena necesarias para enterrar anímicamente el partido. Juan Carlos se fue de la zaga blanquiazul con una facilidad sorprendente. Se plantó delante de Munir tras una gran jugada y lo batió por bajo. 2-0, toda la segunda mitad por delante pero con la sensación de que el partido estaba más que terminado.
Víctor quiso enmendar su error de rotaciones con la entrada de Sadiku y Adrián a la vuelta de vestuarios. Pero el error ya estaba hecho. E incluso agravó la situación blanquiazul. Porque con ambos sobre el césped, el Málaga siguió siendo un desastre. Cometió penalti Luis Hernández -a pique de que lo expulsaran-. Pero Munir paró el lanzamiento de Ferreiro (52'). Lo que podría ser un detonante para la reacción se esfumó con la expulsión de Adrián, por una dura entrada a la altura del tendón de Aquiles incompresible (57').
Entonces el Málaga, o Víctor Sánchez del Amo, jugó con fuego. Tenía a siete profesionales sobre el césped y si había otra expulsión de uno de ellos, el partido sería invalidado por alineación indebida. El técnico no puso parche a la situación e introdujo a Juankar por Juanpi, pese a que el lateral está apercibido de sanción. El partido del Cádiz, el siguiente, ya comenzaba a jugarse en El Alcoraz.
La única sonrisa en la canción triste de Huesca fue Antoñín. El canterano fue un sople de aire fresco. Con energía, con calidad y con ganas de comerse el mundo. Hizo lo que pudo y a punto estuvo de marcar, en la prolongación, en una contra rápida que desvió un zaguero. El partido acabó 2-0, pero pudo ser mucho más. La sensación es que el Málaga va en caída libre y que está sin frenos.
FICHA TÉCNICA
+ SD HUESCA: Álvaro Fernández; Miguelón, Pulido, Josué, Javi Galán; Juan Carlos (Cristo, 73'), Mosquera, Mikel Rico; Sergio Gómez (Ivi, 86'), Ferreiro (Joaquín Muñoz, 90') y Okazaki.
+ MÁLAGA CF: Munir; Cifu, Luis Hernández, Lombán (Sadiku, 46'), Diego González; Luis Muñoz, Keidi Bare, Boulahroud; Renato (Adrián, 46'), Juanpi (Juankar, 63') y Antoñín.
+ GOLES: 1-0 (14'): Pulido. 2-0 (40'): Juan Carlos Real.
+ ÁRBITRO: Miguel Ángel Ortiz Arias (Colegio madrileño). Mostró cartulina amarilla a Luis Hernández (51'), Sadiku (71'), Diego González (85'), Mosquera (89'). Mostró cartulina roja a Adrián (57').
+ INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 10 de la Liga SmartBank. El Alcoraz, ante 6.363 espectadores.
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