24 Ago Málaga
Un punto... de partida (1-1)
El Málaga CF rescata un empate ante la UD Las Palmas, a la que superó en juego y ocasiones pero no en el marcador tras igualar Adrián, de penalti, el tanto de Rubén Castro
José Criado
Foto: LaLiga /Dibujo: Idígoras
Cualquier punto para este Málaga CF es aire fresco que entra en la casa y airea las penas. Un empate, que bien pudo ser una victoria, es la recompensa al profesionalismo de este equipo, pero también es un guiño al malaguismo, que está sufriendo posiblemente el verano más convulso de cuantos lleva ya en su historia reciente. La Unión Deportiva Las Palmas se marchó viva de La Rosaleda. Se escapó con un botín mayor del merecido. Pero como ya sucedió en Santander la primera jornada, los puntos no se merecen; se consiguen.
Este Málaga CF, un buen Málaga CF, dignificó una vez más su puesta en escena. Fue el líder del partido, llevó el peso, generó las ocasiones, pero le faltó pegada. No es un problema de entrega ni de calidad de sus jugadores, es cuestión de que un obrero no puede diseñar un rascacielos como tampoco un arquitecto enyesar una pared. Sin delanteros, sin hombres gol en el equipo, el Málaga está abocado a ser un equipo peleón, puede que hasta dominador, pero difícilmente ganador. Este punto es un fiel reflejo de ello, de la pasión y las ganas que este equipo tiene de ganar, pero de los obstáculos que se va a encontrar por el camino para ello si no pone remedio pronto.
En cualquier caso, el punto no deja tampoco descontento al malaguismo. Sobre todo porque remontar nunca es fácil y marcar, para este equipo, es casi una odisea. La puntería se quedó esta noche de sábado clausurando alguna caseta de la Feria. Lo demostraron Juanpi, que mandó un balón al palo, Adrián, Hugo, Cifu, Pacheco.... Muchos probaron fortuna pero sin gran éxito.
La situación, extradeportiva, sigue siendo peligrosa. Y aunque se alivió durante la semana el problema con las fichas profesionales, Okazaki y José Rodríguez no pudieron vestirse aún de corto. De cualquier forma, la ilusión sigue siendo la bandera de este equipo. Y estrenarse en La Rosaleda no iba a ser un paño de lágrimas sino una fiesta de reconciliación. Nada ni nadie iba a evitar ese destino.
La afición volvió a demostrar que está muy por encima de los que rigen la entidad. Había ganas de fútbol en Martiricos y eso se hizo notar. Todo eran buenas intenciones y ese puntito de ilusión y de entusiasmo se hizo notar en el conjunto de Víctor. Pronto los blanquiazules tomaron el mando del partido, impusieron sus galones -tampoco es que Las Palmas esté mucho mejor que el Málaga CF en los despachos- y comenzaron a carburar.
Juanpi y Mikel Villanueva fueron las dos caras más sorprendentes en el once, aunque con desarrollo bien distinto sobre el césped. El primero fue el mejor. Tuvo el gol en sus botas y provocó el penalti del empate. El zaguero tuvo un borrón que costó el gol de Rubén Castro.
Pero los goles llegaron en la segunda mitad, porque en la primera las buenas intenciones no sirvieron para perforar las metas rivales. Cifu y Renato volvían a reencontrarse sobre el verde y la banda derecha era la más próspera del conjunto blanquiazul en el inicio. La primera aproximación fue a los nueve minutos entre ambos malaguistas. Pero Adrián, en el 15', no supo finalizar una clara ocasión tras un mal despeje canario.
Juanpi, sin embargo, se desprendió de todos sus estigmas y toda su negatividad para recordar a aquel chico que subió desde la cantera a base de buen fútbol y descaro. Posiblemente porque la presión ya no va con él y los focos apuntan hacia otro lado, el vinotinto abrió el tarro de las esencias y dejó algunos destellos de su fútbol, el que un día enamoró en Martiricos. En el 30', el venezolano encaró, enfiló y mandó a la madera con su golpeo de borde interno con la zurda. Fue la más clara de un Málaga que ganaba a los golpes, pero que no lo hacía valer en el marcador. Al descanso, el marcador gafas dejaba un poso de insatisfacción blanquiazul.
Y como en Santander, la segunda parte arrancó a pie cambiado. Un error grave de Mikel Villanueva en la salida de balón propició el robo amarillo y que Rubén Castro, desde muy lejos, superase a Munir de un golpeo magnífico (0-1, 50'). El Málaga se quedó tocado y la UD lo supo leer. Lemos puso a prueba a Munir con un derechazo cruzado que sacó el marroquí con una gran volada. Y en el córner siguiente también rondó el segundo. Eran los peores minutos blanquiazules con claros síntomas de debilidad y desorientación.
Le costó al Málaga CF, pero al fin se estiró. Y Cifu, en una internada, decidió probar suerte (68'). Subió prestaciones ofensivas el conjunto de Víctor y metió a Hugo -a la postre único cambio del partido-. Adrián (76') la tuvo en el área. Y un minuto después llegó un penalti a Juanpi tras un gran pase de Adrián. El centrocampista, con el manual de buen delantero siempre en el regazo, engañó a Josep y puso el empate en el marcador (80').
Quedaban diez minutos de juego y el Málaga CF quería la victoria, la machada de la remontada. El equipo de Víctor entró en combustión y se desató en la meta rival. Hugo lo intentó y casi lo consiguió, pero su ocasión fue anulada por fuera de juego, que no era. Un error del colegiado porque el joven malaguista fue también objeto de penalti. Juanpi, desde lejos, midió a Josep (90'), pero el portero envió a córner de puños. Fue el epílogo de un partido que pudo acabar mejor, pero también peor.
FICHA TÉCNICA:
MÁLAGA CF: Munir; Cifu, Diego, Mikel Villanueva, Juankar; Renato, Keidi, Boulharoud (Hugo, 57'), Pacheco; Juanpi y Adrián.
UD LAS PALMAS: Josep; Eric, Mantovani, Aythami, De la Bella; Lemos (Dani Castellano, 81'), Timor, De Galarreta; Pedri (Srnic, 71'), Kirian Rodríguez (Javi Castellano, 86') y Rubén Castro.
GOLES: 0-1 (49'): Rubén Castro. 1-1 (80'): Adrián, de penalti.
ÁRBITRO: Gorka Sagués Oscoz (Colegio vasco). Mostró cartulina amarilla a Pedri (45'), Diego González (46'), Kirian (48'), Curbelo (51'), Timor (65'),
INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la jornada 2 de la Liga SmartBank disputado en La Rosaleda ante 17.500 espectadores.
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