12 Jun Málaga
El Málaga CF deberá remontar en La Rosaleda el sábado ante el Dépor dos goles tras desaprovechar su ventaja en una pésima segunda parte que le condena a una heroicidad
José Criado
En un santiamén, casi sin verlo venir, le han partido la cara al malaguismo para tornar la alegría galopante en una preocupación muy fundada. Todos los estados del Málaga CF esta temporada hicieron acto de presencia esta noche de miércoles en Riazor ante el Dépor: alegría, tristeza, optimismo y depresión. Una montaña rusa de emociones que deja al conjunto blanquiazul al borde del abismo, abocado a una heroicidad este sábado en La Rosaleda para intentar remontar el horrendo 4-2 de este primer asalto del play off.
En una noche para olvidar, el Málaga CF pecó de pardillo, de equipo alegre e imberbe, pero también de ingenuo y frágil. Y todo ello con un Ontiveros superlativo, que al descanso robaba titulares y calificativos, pero todos enterrados por los peores 45 minutos del conjunto de Víctor Sánchez del Amo. Tras una magnífica primera parte, con 1-2 al descanso, los blanquiazules se inmolaron en la reanudación. Encajaron el empate demasiado pronto, el tercero poco después, y el cuarto más adelante para poner más complicado el algoritmo del ascenso a Primera.
Un golpe duro que deja al Málaga tocado, pero no hundido. Y a eso se tiene que agarrar el malaguismo, a soñar en la remontada. En marcar el primer gol y que el segundo llegue en el césped. Y en pensar que 90 minutos en Martiricos son “molto longos”. Hoy puede parecer imposible, pero mañana será un poquito menos. Y así hasta el sábado, donde será imposible no visualizar la remontada.
De cualquier forma, debe aprender el Málaga CF a velocidad de vértigo la lección para no repetir el mismo patrón el sábado. No puede tener el dominio y el aplomo en 45 minutos iniciales y ser un flan y un manojo de nervios los 45 siguientes. En el término medio deberá estar la virtud, pero la pedrada ya es dolorosa y veremos si no definitiva.
Pero como decimos, el partido arrancó con el mejor guión posible para el Málaga CF. Si el malaguismo llegó a la hora “H” y al día “D” levitando, el Málaga CF decidió meterle plomo en las botas al partido. Salió con poso, con pausa y con sosiego. Tres cualidades impropias de un partido al que de salida, al menos, debes ir revolucionado. Sin embargo, el paso de los minutos dejó la sensación de que era un buen plan de partida.
Cuando los gurús pronosticaron un partido de pocos golpes, el partido se fue al callejón. Sin guantes, a tortas limpias y a ver quien aguantaba más. Primero golpeó el Málaga CF directo a la mandíbula del deportivismo. Una falta lejana en la frontal, el balón llega a Ontiveros que centró y puso el balón en la testa de Luis Hernández para que pusiera el primero (19').
Poco duró la alegría malaguista porque en la siguiente jugada, un despiste en la zaga, un mal despeje de Ricca y penalti a David Simón, al que no vio. Carlos Fernández fue el ejecutor. Vuelta a empezar. Pero tras los tantos se igualaron las fuerzas. Ambos contendientes ya sabían que cada golpe hacía sangrar.
Mordió el Dépor, que subió líneas y provocó ciertos desajustes malaguistas. Y el Málaga lo intentó por arriba, en córners y acciones aéreas. Cartabia avisó en una contra rápida (30') y Pedro asustó con un cabezazo que se paseó por la portería (34'). Entonces emergió Javier Ontiveros.
El marbellí ha alcanzado un estatus en la categoría que, además de quedarle pequeña, tiene una suficiencia casi sobrenatural. No deben ser superpoderes, pero ofrece esa sensación sobre el campo de superioridad máxima. En el 38' marcó el golazo de la noche. Agarró la pelota en tres cuartos, se trastabilló, pero levantó la cabeza y la clavó en la portería de Dani Giménez con un golpeo con estilo brasileño pero con alma blanquiazul. El tanto, que pasa directamente a la vitrina de sus golazos esta temporada, volvía a poner tierra de por medio y asestar un golpe de autoridad antes del descanso. Esa parecía que sería la pica en Flandes blanquiazul, un golpe que había hecho besar la lona a los deportivistas.
Pero en el segundo acto el Dépor se levantó. Salió más ambicioso y con un Málaga más contemplativo. Tocaba jugar con la ventaja y con el cronómetro, pero ni los jugadores ni Víctor supieron hacerlo. Los locales acumularon refriegas en el diario de abordo. Y la recompensa llegó a los diez minutos de la reanudación, con un centro raso de Cartabia al corazón del área para que Pedro Sánchez rematase con el alma (2-2, m. 56).
Le perdonó el colegiado la segunda a Pedro tras una falta a Ontiveros en la frontal (60'). Y fruto de esa falta Ontiveros lanzó el balón a la madera en otro golpeo magistral. Esos tres centímetros cambiaron el sino del partido, porque fue la antesala del tercero del Dépor. Carlos Fernández remató en la línea una vaselina de Fede Cartabia (64'). La caraja del Málaga era de época y lo estaba pagando muy caro.
La sangría no acabó ahí y los problemas no dejaban de crecer. El carrusel de cambios no mejoró la cara de un Málaga que estaba lejos de su mejor versión. Y Borja Valle, en el 78', sorprendió a propios y extraños, porque los de Martí, tras verse en el peor de los escenarios, casi se conformaban con la mínima renta ganadora. Pero Valle, no. Golpeó potente, raso, abajo y Munir no la vio venir (4-2). A ello se sumaba la lesión de Pau Torres, que se tuvo que retirar lesionado.
No encontró el Málaga CF el camino para recortar distancias. Y acabó tan tocado que casi agradeció que el partido no fuera a más. Sólo un cabezazo de Blanco Leschuk que atajó Dani Giménez en la prolongación llevó el susto al graderío local, que para entonces ya había alcanzado el estado de locura.
Fue el primer acto de una película que tiene dos volúmenes. La próxima, en La Rosaleda, promete ser apasionante. Nada está escrito y todo está por decidir. Ahora, eso sí, más difícil todavía. Esto es el play off. Emociones fuertes, pero nada confirmado. Le toca jugar al malaguismo.
FICHA TÉCNICA
DEPORTIVO DE LA CORUÑA:Dani Giménez; David Simón, Domingos Duarte, Somma, Saúl García; Pedro (Nahuel Leiva, 69'), Bergantiños, Edu Expósito, Fede Cartabia (Diego Caballo, 81'); Borja Valle (Vicente Gómez, 86') y Carlos Fernández.
MÁLAGA CF: Munir; Iván, Luis Hernández, Pau Torres (Diego González, 79'), Ricca; Keidi; Renato, Boulahroud (Erik Morán, 66'), Adrián (Pacheco, 66'), Ontiveros, y Blanco.
GOLES: 0-1 (19'): Luis Hernández. 1-1 (21'): Carlos Fernández. 1-2 (38'): Ontiveros. 2-2 (56'): Pedro. 3-2 (64'): Carlos Fernández. 4-2 (78'): Borja Valle.
ÁRBITRO: César Soto (Colegio Riojano). Amonestó a Pedro (13'), Iván Rodríguez (26'), Keidi Bare (30'), Ontiveros (91').
INCIDENCIAS: Primer partido de la semifinal del play off de ascenso a Primera División. Riazor, con 24.140 espectadores. Aproximadamente más de 30 aficionados del Málaga CF en la grada.